ME AMO POR ATREVIDA.
Cuando eramos peces
Cuando eramos peces, soñabamos con dejar el mar alimentar la tierra con empeño y ponernos a funcionar.
Cuando eramos peces, no teniamos que andar, fluiamos por el dilema de cuando nos iba a comer alguna especie
mas grande y mas fuerte.
Cuando eramos peces, no haciamos guerras, ni patrias ni fronteras, solo nadabamos en la inmensidad del oceano
ahora que somos terrestres, infundimos el miedo robamos a otros pueblos y violamos a sus mujeres,hacemos bombas atomicas
los soldados van a la guerra, contaminamos el mundo y los presidentes que llevan el continente les da igual las otras personas de otros sitios
solo queda el destello humano en un niño que anda por la calle y que aun teniendo nada, te regala su sonrisa
y te dice que tengas un buen dia. Ahora, cuando ya no somos peces, la extincion esta cerca
asi que creo ferviertemente, que no tuvimos que tener ni cerebro, ni consciencia ni eso que nos
diferencia de los animales que es el ingenio. Porque el ingenio bien dirigido esta bien
pero el ingenio mal dirigido nos esta aniquilando.
No tengo esperanza en el ser humano, porque me ha demostrado que aunque pasen los años jamas lo conoceras
y siempre te la puede jugar. No tengo esperanza en creer que hay esperanza ni en su navidad.
porque se ha convertido en una creencia superficial en la que la felicidad es solo ficticia
no creo en sus inventos, porque matan y quitan a presidentes como evo morales del medio
como ha pasado hace poco.
La sociedad esta sentenciada al fracaso y al miedo que han hecho unos cuantos y así, no habrá jamas vida
que pueda ser libre. Lo mejor que le puede pasar a la humanidad es que desaparezca porque solo así
podremos ser libres de todos los condicionantes y acabar con la riqueza de unos cuantos y que esta mal repartida
Cuando eramos peces esto no pasaba, solo eramos peces y nada mas
Y tu miedo.?
" Tengo miedo. No se si han sido muchas noches solo, acompañado por vidrio, hielo y alcohol.
Si han sido muchas noches extrañandote con la certeza que ya nunca volvera.
Muchas noches acompañado por la sordera verborragica de quien no me llama la atencion y lo que mas me asusta es una perdida de sensibilidad atroz. No me emociona el cine, la musica, una frase, una imagen o un solo de violin en medio de la noche.
Tengo tanto miedo a llevar esa fina capa de barniz de la indiferencia, de la apatia.
Tengo miedo a esa abulia que me sujeta al sillon mientras el mundo gira y no siento nada.
Tengo miedo, tengo miedo a haberme convertido en un hombre comun."
Solo quien puede temer, sabe que no es indiferente.
Solo, es que te das cuenta que estas solo, y la soledad es cautivadora. No te enamores de la soledad, por que enamorarse de la soledad es lo que adormece el alma
Por si extrañaras
"Esta volviendo, siento que una vez mas esta por llegar, como llegan los malos cambios de clima, con furia helada o en loca carrera candente.
Siento ese cosquilleo, tan cercano, tan nitido, como cuando me tocas, como cuando siento tu respiracion y me dan ganas de quitartela con un beso interminable que nos deje sin aire y nos haga uno.
Siento tus pasos acercandose por el corredor y se que dentro mio se va liberando ese fantasma que solo desea verte desnuda a contraluz, recortada en la ventana, con un fondo de luna y arboles danzantes"
Como te extraño.!!!!!
Shitter
I LOVE YOU SINCE THE FIRST MOMENT I SAW YOU
Have a happy week!!, X0X0...
Disfruten su semana, su fin de semana,
su amor, su trabajo,
si no les gusta cambiense,
den amor y desen amor siempre...
No sean amargados/as que la vida es
muy bella pero hay que saberla llevar.
Que Dios me los guie todo el tiempo.
Hello,
▒(█)(█)(█)▒ӇƛƤƤƳ ƝЄƜ ƳЄƛR ▒(█)(█)(█)▒
New Year Wishes Wishing
you a fantastic Friday and a wonderful weekend! https://youtu.be/hyA-HYARRW4 https://youtu.be/oDq-ZwclxZg
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✟ Grandma I love you!! ✟ Thankyou for all of your Lovely Messages and Comments ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ஜ۩۞۩ஜ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ஜ۩۞۩ஜ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ |
PERSONAS TOXICAS
Las personas somos seres sociales por naturaleza.
Esta necesidad de intercambio no solo se alza como una fuente maravillosa de bienestar. Las personas somos seres sociales por naturaleza. Esta necesidad de intercambio no solo se alza como una fuente maravillosa de bienestar, sino que también nos proporcionará valiosos aprendizajes. Pero como detectar a las personas tóxicas?. Es importante que estemos muy atentos a nuestras interacciones. De lo contrario, podemos quedar atrapados en las trampas que estos perfiles elaboran a través de las más sofisticadas estrategias.
No podemos dejar de lado un aspecto importante. Este tipo de dinámicas apagan nuestra vitalidad, generan estrés y malestar. Nadie es inmune a su comportamiento. Por ello, además de reconocer cuándo nos encontramos verdaderamente ante un perfil de estas características, también es necesario saber cómo manejarlos, cómo tratarlos.
“Muchas veces permitimos entrar en nuestro círculo más íntimo a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a gente tóxica, a personas equivocadas que permanentemente evalúan lo que decimos y lo que hacemos, o lo que no decimos y no hacemos”.
Personas tóxicas, personas con comportamientos abusivos
El comportamiento tóxico se extiende en casi cualquier escenario de nuestra sociedad. Incidimos en el término «comportamiento tóxico» por una razón que es necesario aclarar en un primer lugar. El ser humano no presenta toxicidad alguna, esta designación debe centrarse ante todo en las conductas manifiestas de cada individuo, esas que por su efecto negativo impactan de forma directa en los demás.
Este tipo de personas afectan al clima de las empresas e incluso a la productividad. Crean relaciones de pareja muy desgastantes. Edifican vínculos con su entorno donde muchas familias pueden quedar distanciadas, donde grupos de amigos acaban rompiendo sus lazos por ese elemento, ese perfil tóxico que todo lo envenena con su comportamiento.
Dada la popularidad del término «persona tóxica», cabe decir que en ocasiones hacemos un pequeño abuso del mismo. Debemos ser objetivos y ante todo, ser conscientes del efecto que tienen sobre nosotros. No basta con que ese compañero de trabajo esté siempre de mal humor, no basta con que alguien nos dé una negativa en un momento dado o nos lancen una crítica puntual.
Detectar a las personas tóxicas exige tener en cuenta una serie de características muy concretas que se mantienen estables en el tiempo y que además, se ejecutan con una clara intencionalidad.
1. Son egocéntricas
El primero de los rasgos para detectar a las personas tóxicas es que hablan continuamente y en exceso de sí mismas. Son el centro de toda atención, son ese agujero negro donde todo se dirige, ese epicentro que insiste en ser alimentado, atendido, tenido en cuenta y hasta venerado.
2. Tienen una visión pesimista de las cosas
El discurso de la persona tóxica está construido a través de quejas, críticas y pesimismos. Son los típicos que sacan el lado oscuro a todo lo que les propongas o les cuentes a través de sus críticas y quejas continuas. Asimismo, nada puede ser tan complicado como alcanzar un objetivo o realizar cualquier tarea junto a este tipo de perfil.
Son expertos en encontrar problemas a toda solución. A su lado la motivación se extingue y no dudan en poner una zancadilla tras otra hasta hacer de un simple ovillo, una montaña de dificultades.
3. Ocupan el rol de víctimas
Si tienes alguna persona en tu entorno que siempre asume el rol de víctima para ser el centro de atención, hay muchas posibilidades de tengas ante ti a una persona tóxica. Esta estrategia les permite ser validadas y disponer a su antojo de todos nuestros recursos, de todas nuestras energías.
4. Falta de empatía
Lo decíamos al inicio, para detectar a las personas tóxicas calibra tu estado emocional. Si decimos esto es por un hecho más que evidente: los perfiles con dicho comportamiento sabotean autoestimas. Carecen de esa empatía primordial con la que ser conscientes del efecto que sus dinámicas tienen sobre los demás.
No solo no son capaces de calzarse en los zapatos ajenos, sino que además, no tienen intención alguna de hacerlo. Ellos son ese punto de referencia único y absoluto por donde debe orbitar todo el universo.
«En una relación tóxica siempre existe un tono constante de crítica y tensión. Este comportamiento se origina ya en el seno familiar: si una persona ha sido educada por padres excesivamente críticos y han sido testigos de esta actitud en repetidas ocasiones, ya están acostumbrados a las críticas. Además, estas personas están predispuestas a provocar el mismo tipo de toxicidad en generaciones venideras».
5. Son envidiosas
Si quieres detectar a las personas tóxicas atiende ese sentimiento que les destruye y carcome por dentro: la envidia. Desear lo que no se tiene y odiar a quien tiene aquello que se anhela, es una fuente de sufrimiento y de inmadurez absoluta. Es además el motivante de muchas conductas agresivas. Aparecen los desprecios y esos odios donde se halla camuflado esa sensación, la de la envidia que lo devora.
6. Son infelices
No nos equivoquemos. Las personas con comportamientos tóxicos no son felices. Quienes viven este tipo de actitudes y comportamientos no entienden de inteligencia emocional. No se responsabilizan de sus actos ni de los efectos de los mismos. Se frustran con facilidad, no manejan la envidia, no saben canalizar su ira, no entienden sus tristezas… Carecen de esa solvencia emocional con la que poder invertir en bienestar y felicidad.
7. No se alegran por los logros de los demás
La persona con comportamientos tóxicos no compartirá tus alegrías ni te dará aliento en épocas complicadas. Será esa mirada que se incomodará con tus éxitos y que vendrá raudo y veloz cuando fracases para intensificar aún más la herida. Así, y por curioso que nos resulte, no siempre vemos a la primera este tipo de conductas. A veces las dejamos pasar. Otras incluso los justificamos: está ocupado, tiene muchas cosas en la cabeza y por eso no me ha felicitado o no ha venido a darme aliento y ánimos…
No nos equivoquemos. Ahí donde habite una perfil de este tipo, no crece nada. Ahí donde se ejerzan este tipo de artimañas, nadie se sentirá feliz, nadie se sentirá bien ni podrá alcanzar meta alguna. El coste de este tipo de perfil puede ser inmenso en caso de que sea un familiar cercano o nuestra pareja. Por tanto aprendamos a detectar a las personas tóxicas, permitámonos respirar en equilibrio sabiendo de quién defendernos y con quien establecer saludables distancias.
Las actitudes que causan infelicidad y “mala vida” se pueden corregir, romper y deshacer. Se pueden superar con fuerza de voluntad y lo más importante, el deseo de ser feliz y conquistar tu felicidad, compartiéndola con el mundo.
TRES CUENTOS SOBRE LA ENVIDIA
1. El primero de los cuentos sobre la envidia: el pavo real
Este era un pavo real que era profundamente admirado por los demás animales. Ni bien salía el sol cuando él comenzaba a pasearse por los campos, orgulloso de su plumaje. Todos estaban siempre a la expectativa del momento en el que extendiera su cola y dejara ver toda esa belleza que llevaba encima.
Dice el cuento envidioso que un día llegaron unos búhos forasteros a aquel lugar. Todos los recibieron muy amablemente. El grupo de búhos se quedó conversando hasta bien entrada la noche. A uno de ellos se le ocurrió comentar que cerca de allí había un hermoso faisán dorado y que jamás había visto un ave tan bella. Los demás estuvieron de acuerdo.
El pavo, que estaba escuchando la conversación, no podía creerlo. Seguro tenía varios defectos que los demás no habían visto. A la mañana siguiente partió a buscar al tal faisán, porque quería verlo con sus propios ojos. Se perdió en el bosque y nunca más se supo del pavo real.
Moraleja del primero de los cuentos sobre la envidia: quien siente envidia, piensa que el mérito de los demás rebaja el de ellos.
2. Otro de los cuentos sobre la envidia: ¿quién es peor?
El segundo de los cuentos sobre la envidia nos dice que había un lejano país en donde el rey quiso saber si era peor la envidia o la tacañería. Para averiguar la respuesta a este interrogante mandó llamar al hombre más envidioso y al más tacaño de todo el reino. Cuando los tuvo al frente les dijo: “Cada uno de ustedes, pida lo que quiera. Pero le daré el doble al otro”.
El tacaño se sintió muy incómodo. Al pedir algo, también estaría dando algo. Al envidioso le pasó algo similar. El tacaño dijo entonces que no deseaba nada. Si no le daban nada a él, tampoco le darían al otro. Llegó el turno del envidioso y este dijo: “deseo que me saquen un ojo”.
Moraleja del segundo de los cuentos sobre la envidia: una persona envidiosa está dispuesta a sufrir, si con ello logra que el otro sufra más.
3. La historia de los cangrejos
Había un pescador vendiendo cangrejos cerca de la playa. Tenía dos baldes en donde reposaban los animales. Sin embargo, uno de los baldes estaba tapado, mientras que el otro no. Nadie reparó en ese detalle, hasta que una mujer se acercó para ver la mercancía y sintió curiosidad por la diferencia. Pensó que quizás los animales eran de distinta calidad. Entonces le preguntó al pescador sobre el porqué de esa situación.
El vendedor le señaló el cubo de los cangrejos que estaba con tapa. “Estos son cangrejos japoneses”, le dijo. Y señalando hacia el otro balde, añadió: “Y estos son cangrejos nacionales”. La mujer no entendía. ¿Qué tenía que ver la procedencia con el hecho de que un balde estuviera tapado y el otro no?
El pescador, que notó la confusión, se dispuso a explicarlo. “Verá, los cangrejos japoneses se escapan fácilmente. Cuando uno de ellos trata de salir, los demás forman una cadena y le ayudan, hasta que consigue huir. Por eso es necesario ponerle una tapa al balde. En cambio, los cangrejos nacionales, en cuanto ven que alguno trata de escapar, lo agarran y lo retienen para que no lo consiga”.
Moraleja del tercero de los cuentos sobre la envidia: Alguien envidioso prefiere no lograr nada, con tal de que los demás no lo logren tampoco.