Ya solo venden los poemas de amor.
Así que voy a avisarte: si buscas solo eso,
puedes desertar, salir de este poema,
porque desde el punto de vista comercial
es un disparo al aire, un poema fallido.
Pero si no abandonas y me sigues,
si te quedas conmigo
quizás logre explicarme,
hacerte comprender qué lo motiva.
Es mi parte que no se conforma con amores de carpeta
ni hermosas palabras,
la parte que hay en mí
que llora cuando la pesa de la balanza
cae de nuevo sobre el débil.
Porque hay quien llora y es por otros,
por eso es necesario ir al poema
y darle con su antorcha luz al mundo.
Tenemos que hablar de muchas cosas.
Hay que hablar de las cicatrices negras
que el petróleo pinta sobre el mar,
de los planes urbanísticos que construyen bosques rotos,
de los cielos encarcelados por el humo de las fábricas.
Habría que hablar de demasiadas cosas:
de la rueda de la desigualdad,
de los países en donde ser mujer
te convierte en un muñeco sin derechos,
en felpudo ilimitado.
¿Cómo no hablar del niño desnutrido,
del teatro granate del Congreso,
de Palestina en todas sus vertientes,
en todas sus tristezas,
en todos sus abusos?
¿Cómo no hablar de sus responsables,
cómo no apuntar con nuestros versos?
Mi cuaderno no puede ayunar si un político
aplasta con el dedo a un inmigrante,
si la justicia solo actúa en el bolsillo acomodado,
porque eso me haría cómplice del atropello,
comparsa de un sistema desigual,
carnaza en la cadena trófica.
Sucede eso y yo,
que no soy más que un simple hombre
que no puede cambiar los designios del mundo,
no encuentro más recurso que bajar en ascensor hasta el poema
para defender con espadas de tinta
a quienes nunca son portada.
Si mis versos pasan de puntillas
sobre el dolor de los que no hallan libertad,
si mi poesía tiene como fin último no molestar,
guardar silencio,
¿en qué me convierte eso?
Darle voz a quien no tiene importa más
que hablarte de los mares del orgasmo,
de la fruta de su boca
o de mi pecho envuelto en llamas.
Tenemos que hablar de tantas cosas...
Si has llegado hasta aquí eso te convierte en un héroe,
en una heroína contra este mundo
atrapado entre redes y amores infantiles.
Y también debo decirte
que si buscabas un poema de amor
no andabas descaminado.
Este -más que ningún otro- lo es a su modo,
un poema de amor a la vida.
Porque el amor es también curar el mundo,
ofrecer un cabo al que agarrarse
para aquellos a los que el mundo
jamás les permite sostenerse.
_MARWAN_
https://youtu.be/BLRPCEUFwB0
