En un pueblo había un TONTO, como tantos, que vivía de hacer mandados, pero los vivos del pueblo, los que se juntan todos los días en el club, se reían de el, lo llamaban y le ponían dos monedas en la mesa, una de un peso y la otra de 50 centavos, elegí le decían y el elegía la de 50 centavos y todos reían, un día le pregunte por que no elegía la de un peso, y me contesto que el día que eligiera la de un peso se le terminaba el negocio.
MORALEJA: es de inteligente hacerse el TONTO, delante de una sarta de TONTOS que se hacen los inteligentes.
cemessa
Buenos Aires
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Cuando escucho a alguien decir la vida es dura, siempre estoy tentada a preguntar...Comparada con qué??