Te imagino sentada y sensitiva
pensando en nuestro amor, amor perdido.
Te
imagino sabiendo que te has ido,
temblando en la pasión que te
motiva.
Te imagino en la ausencia que fustiga,
el discreto silencio de
mi amor.
Te imagino, razón de mi dolor,
y el abandono cruel, que me
castiga.
¡Oh terrible ilusión con que resiento
en esta angustia por tu
amor ausente!
¡Tu rostro es una imagen permanente
aquí en mi corazón y
pensamiento!
¡Muchas veces soñando te adivino
desnuda entre mis
brazos suspirando!
Y despierto de amores sollozando,
cuando en mis dulces
sueños, te imagino.
Luego, desapareces… ¡Cruel herida
deja en mi
soledad, mis sueños vanos!
Pues te me vas de nuevo de las manos,
y yo
vuelvo a llorar, por tu partida.
Más he de imaginarte a cada
instante
precisándote amor, en mi conciencia,
y albergando en mi pecho tu
presencia,
para nunca dejar de ser tu amante.
Y si por esas cosas del
destino
no puedo ya para mi bien tenerte.
¡Maldigo por amor mi artera
suerte!
Y aquí, dentro de mi alma, te imagino.
]v[ac!as
mazatlan
Afiliado:
Las mujeres no esperan promesas, esperan sorpresas.
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